No por repetido es menos cierto, el cambio es la esencia de la democracia, al menos garantiza su buena salud. En los próximos meses, y aún con resaca tras las elecciones municipales, nos enfrentaremos a una nueva campaña electoral.A punto de cumplirse esta legislatura los ciudadanos hacen el esfuerzo de volver a abrir sus oídos y su mente a nuevas propuestas que provienen desde quienes nunca han podido demostrar lo que pueden hacer, hasta los que tras 25 años de gobierno siguen prometiendo lo mismo elección tras elección.
Es cierto que Andalucía ha avanzado mucho en estos 25 años, pero no es menos cierto que también lo han hecho el resto de comunidades autónomas de España, por lo que la convergencia real no existe. Andalucía continúa, 25 años después, siendo junto a Extremadura, la Comunidad Autónoma más pobre de España. Esta realidad no por doliente debe ser silenciada. Quienes así lo creemos y lo denunciamos estamos cansados de la actitud despótica del Gobierno autonómico que con saña repite hasta la extenuación que nuestro mal es el de no querer a Andalucía.
Somos millones los andaluces no socialistas que estamos orgullosos de serlo, de haber nacido al abrigo de una autonomía que nos sabe a desarrollo, libertad y solidaridad, pero también a mala gestión, a despilfarro y a oportunidades perdidas.Vivimos en la mejor tierra de España y de Europa, Andalucía tiene infinitas posibilidades de desarrollo y verdadero progreso, por su riqueza natural pero sobre todo por sus gentes. Y sus gentes somos todos, los socialistas y los que no lo somos. Andalucía no es de nadie sino de todos, de los que aquí nacieron y de los que aquí viven y trabajan habiendo nacido en otras latitudes de nuestro país o del resto del mundo.
Cada vez que el Presidente Chaves clasifica a los andaluces en buenos o malos, con el único baremo de ser o no socialista, continúa cimentando el edificio del rencor, de la separación y del atraso de nuestra tierra.
Objetivamente vivimos en libertad, pero la realidad dista mucho de esa plena salud democrática en la que ordena vivir nuestro Estatuto de Autonomía. Un “régimen”, el socialista, con la autoridad legal que le otorgan las urnas, que continuamente rebasa todos los límites de la decencia democrática, despojándose de cualquier atisbo de moralidad y ética política. Podemos hablar de su política en medios de comunicación social o en dinero gastado en publicidad institucional (es la segunda empresa de España que más gasta en publicidad tras el Corte Inglés) o también de su “política de familia”, que no es otra cosa que “política para su familia”. Pero sin lugar a dudas lo más costoso para los andaluces es la desidia de un Gobierno que promesa tras promesa esconde las vergüenzas de sus incumplimientos; ordenadores para cada dos alumnos, vacaciones pagadas para las amas de casa, camas individuales en los hospitales… Quienes así nos manifestamos desde el ámbito público no somos unos llorones, como dicen algunos secuaces, tan solo protestamos por la discriminación, por la falta de lealtad, por lo injusto de los repartos, por las faltas de reformas que necesita Andalucía para ser la primera de España, que lo puede llegar a ser.
Por ello, espero y confío que se nos deje hablar a los representantes del pueblo egabrense en la visita que realizará el Presidente para inaugurar una empresa que consiguió para nuestra ciudad el Equipo de Gobierno anterior. Queremos recordarle al Presidente lo que ocurre en Cabra con la seguridad ciudadana, con los colegios, con el palacio de justicia, con el Río (o estercolero) Cabra, con el turismo, con la casa de la juventud, con el Castillo, con el Hospital... estas son las cosas que el viernes debiera visitar el Presidente. Como veo difícil que se nos deje hablar en libertad ante su Ilustrísima y que visite la larga lista de incumplimientos que acumula en nuestra ciudad solo nos queda confiar en los teléfonos de la Alcaldesa y esperar a que hable el pueblo.
FERNANDO PRIEGO CHACÓN
Concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Cabra